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jueves, 10 de junio de 2010

Fwd: Siena polémico: Iglesia y Pederestia: RV:Siena (N.391): 1. Pastoral del Papa sobre pederastia; 2. La Limpieza va en serio...; 3 Titulares engañosos y máxima claridad; 4. Cómo actua la Iglesia contra los abusos; 5. Celibato sacerdotal y abusos se

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De: Jose Miguel Ruiz Velasco <jmruizve@yahoo.es>
Fecha: 21 de marzo de 2010 12:51
Asunto: Siena polémico: Iglesia y Pederestia: RV:Siena (N.391): 1. Pastoral del Papa sobre pederastia; 2. La Limpieza va en serio...; 3 Titulares engañosos y máxima claridad; 4. Cómo actua la Iglesia contra los abusos; 5. Celibato sacerdotal y abusos sexuales
Para: Jose Miguel Ruiz Velasco <jmruizve@yahoo.es>





Siena denso sobre una triste realidad. Notas de los art 2 y 4:

Art.2



"Desde 1995 se ha denunciado en Alemania 210 mil casos de abusos sexuales de algún tipo. De ellos, 94 (noventa y cuatro) afectan a personas o instituciones de la Iglesia católica. Eso supone el 0,044 por ciento. El dato lo ofrece el veterano periodista Luigi Accattoli en un artículo publicado en Liberal (9 de marzo -file en pdf)."




"Es fácil explicar el ensañamiento de los medios sobre el clero católico", dice Accattoli. "El mundo de los periodistas apoya espontáneamente la 'revolución sexual' e individua fácilmente en el clero católico la mayor resistencia a tal orientación, de aquí el ímpetu con el que da resalto -si puede- a las contradicciones"




Art.4




"En los últimos nueve años (2001-2010) hemos analizado las acusaciones relativas a unos 3.000 casos de sacerdotes diocesanos y religiosos por delitos cometidos en los últimos cincuenta años".



"Grosso modo, el 60% son de 'efebofilia', o sea de atracción sexual por adolescentes del mismo sexo; el 30% son de relaciones heterosexuales, y el 10%, de actos de pederastia verdadera y propia, esto es, por atracción sexual hacia niños impúberes. Los casos de sacerdotes acusados de pederastia verdadera y propia son, pues, unos trescientos en nueve años. Son siempre demasiados, desde luego, pero hay que reconocer que el fenómeno no está tan difundido como se dice".




"Cuántos casos y de dónde
Los casos examinados por la Congregación ocurrieron en su mayor parte en "Estados Unidos: en 2003-2004 eran alrededor del 80% del total. En 2009 la proporción de casos estadounidenses bajó al 25% de los 223 nuevos casos llegados de todo el mundo". Después de 2007, a la Congregación vienen llegando unos 250 casos anuales; de muchos países tan solo uno o dos. "Aumenta, por lo tanto, el número de los países de procedencia de los casos, pero el fenómeno es muy limitado. Recordemos que en el mundo hay unos 400.000 sacerdotes diocesanos y religiosos."








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De: Ismael Martínez <imartinez@compositor.org>
Para: Ismael Martínez <imartinez@compositor.org>
Enviado: sáb,20 marzo, 2010 13:11
Asunto: Siena (N.391): 1. Pastoral del Papa sobre pederastia; 2. La Limpieza va en serio...; 3 Titulares engañosos y máxima claridad; 4. Cómo actua la Iglesia contra los abusos; 5. Celibato sacerdotal y abusos sexuales



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SUMARIO AÑO X NÚMERO 391 del 15 al 21 de marzo de 2010



1


"Pastoral del Papa sobre los curas pederastas"


noticia agencias / http://www.elpais.com/ / viernes 19 de marzo de 2010


2


"La noticia es que la limpieza va en serio"


Comentario de diego contreras / http://www.laiglesiaenlaprensa.com/ /miércoles


17 de marzo de 2010


3


"Abusos sexuales: máxima claridad y titulares engañosos"


noticia / http://www.aceprensa.com/ /miércoles 10 de marzo de 2010


4


"Cómo actúa la Iglesia contra los abusos sexuales"


noticia/ http://www.aceprensa.com/ /fuente: http://www.avvenire.it/ / sábado 13 de marzo de 2010


5


"Celibato sacerdotal y abusos sexuales"


noticia/ http://www.aceprensa.com/ / jueves 11 de marzo de 2010




PARA SUSCRIBIRSE A ESTE SERVICIO BASTA CON ESCRIBIR A imartinez@compositor.org, PERIODISTA / SIENA NO SE IDENTIFICA NECESARIAMENTE CON LAS IDEAS PUBLICADAS EN ESTE BOLETÍN, QUE SON RESPONSABILIDAD DE SUS AUTORES / UN CORDIAL SALUDO DESDE LA REDACCIÓN.




1


"Pastoral del Papa contra los curas pederastas"


noticia agencias / http://www.elpais.es/ / viernes 19 de marzo de 2010



El Pontífice vuelve a manifestar su "profunda preocupación" por este escándalo



El papa Benedicto XVI ha firmado ya la carta pastoral dirigida a los católicos de Irlanda con las directrices para prevenir y castigar abusos sexuales a menores cometidos por sacerdotes, una misiva cuyo contenido será dado a conocer este sábado, según ha informado la Santa Sede. Aunque Benedicto XVI ha firmado la carta coincidiendo con la festividad de San José, el Vaticano no tiene intención de divulgar el texto hasta este sábado, en que el portavoz, Federico Lombardi, se reunirá con los periodistas.



El documento papal será enviado a los obispos de Irlanda para que preparen su lectura en todas las iglesias de ese país durante los sermones del domingo.



El Pontífice, que ha convocado a los obispos irlandeses al Vaticano en varias ocasiones, ha vuelto a manifestar su "profunda preocupación" por este escándalo provocado no sólo por los abusos cometidos por sacerdotes y religiosos en este país sino también por la implicación de los responsables eclesiásticos que, en lugar de facilitar el procesamiento de los culpables, habrían tratado de encubrirles.


SUMARIO



2


"La noticia es que la limpieza va en serio"


Comentario de diego contreras / http://www.laiglesiaenlaprensa.com/ /miercoles


17 de marzo de 2010



No hace falta ser un lince para constatar que en la prensa occidental se vive unos momentos curiosos en lo que se refiere a la información sobre la Iglesia católica. El último bloque de episodios lo constituye ver cómo algunos medios están informando de los casos de abusos sexuales cometidos por algunos sacerdotes en los últimos decenios. No creo que haya existido nunca una "situación ideal" en la cobertura informativa de la Iglesia, pero lo que está ocurriendo en estas semanas no es el simple fruto de la dialéctica normal de la información periodística.



Se diría que, para muchos, el escándalo no son los crímenes sino la moral católica y el celibato. Parece claro que más allá del interés objetivo por el problema y su solución, lo que se busca -en un notable número de casos- es ligar la culpa de los abusos a la Iglesia en sí (para minar su autoridad moral), presentar como culpable al clero católico en su conjunto e implicar directamente al Papa en los escándalos. No ha faltado incluso quien, en medio del fragor, ha invocado la necesidad de convocar un nuevo concilio...



Creo que hay que dar a cada cual lo suyo. Algunos diarios se han tragado noticias pocas horas después de haberla puesto a bombo y platillo en la web, otros han jugado con el equívoco y la insinuación o con la hipérbole ideológica. Pero el problema es real (no, desde luego, como algunos pretenden hacer creer: pero aquí un solo caso ya es demasiado). El dato es que, para limpiar la casa, el Papa está haciendo lo que ningún otro pontífice ha hecho jamás (que yo sepa). Pienso sinceramente que la buena noticia es esta: se percibe una voluntad real por erradicar el problema. Duele, como cuando se cura una infección, pero el resultado solo puede ser positivo. Para la gente seria, esa es la noticia.



Desde 1995 se ha denunciado en Alemania 210 mil casos de abusos sexuales de algún tipo. De ellos, 94 (noventa y cuatro) afectan a personas o instituciones de la Iglesia católica. Eso supone el 0,044 por ciento. El dato lo ofrece el veterano periodista Luigi Accattoli en un artículo publicado en Liberal (9 de marzo -file en pdf). (El cálculo del porcentaje es mío).



Antes de seguir adelante, subrayo -para evitar equívocos- lo que ya he dicho aquí varias veces: un solo caso ya es demasiado. No se trata, por tanto, de hacer un ranking ni de ver quien se ha comportado peor. Pero al mismo tiempo, es preciso reconocer que -a juzgar por los titulares de prensa de estos días-, se diría que la gran bestia negra es la Iglesia católica y sus depravados ministros.



"Es fácil explicar el ensañamiento de los medios sobre el clero católico", dice Accattoli. "El mundo de los periodistas apoya espontáneamente la 'revolución sexual' e individua fácilmente en el clero católico la mayor resistencia a tal orientación, de aquí el ímpetu con el que da resalto -si puede- a las contradicciones". Es una observación interesante de una persona que lleva cuarenta años trabajando en diarios como La Repubblica y Corriere della Sera.



Dejando de lado lo que puedan decir o hacer los demás, resulta admirable la "operación limpieza" que está llevando a cabo Benedicto XVI, de la que ya habló en el memorable Via Crucis de 2005 (escrito por el cardenal Ratzinger y seguido por Juan Pablo II, pocos días antes de morir, desde la capilla de su apartamento).


SUMARIO



3


"Abusos sexuales:


máxima claridad y titulares engañosos"


noticia / http://www.aceprensa.com/ /miércoles10 de marzo de 2010



El escándalo de los abusos sexuales cometidos por clérigos continúa ocupando amplio espacio en los medios informativos europeos. Pero al presentar los casos ocurridos en Alemania, Austria y Holanda -que han concentrado la mayor atención durante esta semana- la prensa ha mezclado la información de datos y hechos con insinuaciones y equívocos provocados. Al final, la impresión es que la única culpable de esa triste situación es la Iglesia católica y sus depravados ministros.



Saliendo al paso de esta impresión, el director de la Oficina de prensa de la Santa Sede, P. Federico Lombardi, publicó una nota el día 8 en la que mantiene que "los errores cometidos en las instituciones y por responsables eclesiales son particularmente reprobables, dada la responsabilidad educativa y moral de la Iglesia". "Pero –añade– todas las personas objetivas e informadas saben que la cuestión es mucho más amplia, y concentrar las acusaciones sólo en la Iglesia lleva a falsear la perspectiva".



Como ejemplo, cita que "los últimos datos facilitados por las autoridades competentes de Austria indican que en el mismo período de tiempo los casos señalados en instituciones vinculadas a la Iglesia eran 17 mientras que en otros ambientes eran 510. Es conveniente preocuparse también por ellos".



El comunicado señala que las principales instituciones eclesiásticas afectadas han afrontado el problema con "tempestividad y decisión" y "han dado prueba de su voluntad de transparencia", "invitando a las víctimas a hablar incluso cuando se trataba de casos de hace mucho tiempo".



"El punto de partida correcto –precisa el comunicado– es el reconocimiento de lo que ha sucedido y la preocupación por las víctimas y las consecuencias de los actos perpetrados contra ellas".



"Estos hechos –dice la nota refiriéndose a los abusos sexuales– llevan a la Iglesia a elaborar las respuestas apropiadas y se insertan en un contexto y una problemática más amplia que atañe a la protección de los niños y de los jóvenes de los abusos sexuales en la sociedad". En esta línea se felicita de que en Alemania el Ministerio de la Familia haya convocado una mesa redonda de instituciones educativas y sociales para tratar el problema, iniciativa en la que la Iglesia está dispuesta a participar.



No solo en la Iglesia


Vaticanistas experimentados, como Luigi Accattoli, señalan también el distinto modo de tratar estos casos según que afecten a la Iglesia católica o a otras instituciones. En un artículo publicado en Liberal (9-03-2010), Accattoli da un dato: Desde 1995 se han denunciado en Alemania 210.000 casos de abusos sexuales; de ellos, 94 afectan a personas o instituciones de la Iglesia católica. Incluso en estos días han surgido casos que nada tienen que ver con el clero católico, como los de la prestigiosa escuela Odenwald de Heppenheim; se habla de entre cincuenta y cien casos a partir de 1971.



¿Por qué entonces la atención mediática se centra solo en la Iglesia católica? Según Accattoli, que ha trabajado durante cuarenta años para diarios como La Repubblica y Corriere della Sera, es fácil explicarse el ensañamiento de los medios con el clero católico: "El mundo de los periodistas apoya espontáneamente la 'revolución sexual' y encuentra la mayor resistencia a tal orientación en el clero católico: de ahí el ímpetu con el que resalta –si puede– las contradicciones".



Otra muestra de información no ya sesgada sino falsa ha sido el intento de involucrar en el escándalo de los abusos sexuales al hermano del Papa, Georg Ratzinger, por casos sucedidos en el coro de Ratisbona (Domspatzen) del que fue director musical de 1964 a 1993. Pero ninguno de los casos declarados se refieren a este periodo ni al coro en sí. Según la nota publicada por el obispado de Ratisbona, en la institución hay tres secciones: un liceo (Gymnasium), gestionado por un director laico; un internado, dirigido por un sacerdote, donde se alojan los niños del coro; y el coro, a cargo del director musical.



De los casos mencionados en estos días, el primero es de 1958, por un abuso cometido por el vice-director de la escuela. Cuando fue conocido el delito, fue apartado de su cargo y condenado penalmente. El segundo caso es el de una persona que trabajó allí en 1958 durante siete meses, y que fue condenado doce años después por un caso de abuso sexual. Parece que hay un tercer caso de 1969, que ocurrió diez años después de que el presunto culpable abandonara su relación con el coro. En suma, los casos hasta ahora denunciado se refieren a un periodo en que Georg Ratzinger no era tan siquiera director del coro.



Las precisiones del obispo de Ratisbona, publicadas en L'Osservatore Romano, fueron seguidas de una nota en la que "la Santa Sede se alegra de esta voluntad de transparencia en el seno de la Iglesia y espera que se actúe con la misma claridad en el seno de otras instituciones, públicas y privadas, si verdaderamente preocupa a todos el bien de la infancia"



SUMARIO



4


"Cómo actúa la Iglesia ante los abusos sexuales"


noticia/ http://www.aceprensa.com/ /fuente: http://www.avvenire.it/ / sábado 13 de marzo de 2010



Mons. Charles J. Scicluna es promotor de justicia de la Congregación para la Doctrina de la Fe. En términos más sencillos, es el "fiscal" del tribunal de la Santa Sede encargado de juzgar los delitos más graves contemplados en la ley canónica. Entre ellos están los abusos de menores cometidos por clérigos. Ante la revelación de más casos en Alemania y algunos otros países europeos, en una entrevista de Gianni Cardinali para Avvenire (13-03-2010) explica cómo responde la Congregación a tales hechos.



Los delicta graviora (delitos más graves) reservados a la Congregación para la Doctrina de la Fe están definidos en el motu proprio de 2001 Sacramentorum sanctitatis tutela (cfr. Aceprensa, 16-01-2002). Son las profanaciones de la Eucaristía, las del sacramento de la Penitencia –como violar el secreto de confesión– y los contactos sexuales de un clérigo con un menor de edad.



La entrevista se centra en la actitud de la Iglesia ante las pruebas o sospechas de contactos sexuales con menores por parte de clérigos. ¿Ha habido ocultamiento? ¿Se ha usado de excesiva tolerancia?



Mons. Scicluna recuerda que la Iglesia siempre ha condenado con claridad estos actos y ha previsto sanciones rigurosas contra los culpables: un ejemplo antiguo es la instrucción Crimen sollicitacionis de 1922. Ahora bien, añade, "puede ser que antes, quizás por un mal entendido sentido de responsabilidad hacia el buen nombre de la institución, algunos obispos, en la práctica, hayan sido demasiado indulgentes con este tristísimo fenómeno".



No hay prohibición de denunciar a la autoridad civil


La investigación de tales casos por parte de la Santa Sede está sujeta a secreto ya desde las normas anteriores a las hoy vigentes, que son las recogidas de Sacramentorum sanctitatis tutela. Esto ha dado pie a decir, como ha hecho la ministra alemana de Justicia (cfr. Aceprensa, 12-03-2010), que la Iglesia prohíbe comunicar las denuncias a las autoridades civiles.



Mons. Scicluna precisa: "Una mala traducción al inglés dio pábulo a que se pensara que la Santa Sede imponía el secreto para ocultar los hechos. Pero no era así.



El secreto de instrucción servía para proteger la buena fama de todas las personas involucradas, en primer lugar las víctimas, y después los clérigos acusados, que tienen derecho –como cualquier persona– a la presunción de inocencia hasta que se demuestre lo contrario. A la Iglesia no le gusta la justicia espectáculo. La normativa sobre los abusos sexuales no se ha interpretado nunca como prohibición de denuncia a las autoridades civiles".



De hecho, la praxis de la Iglesia es más bien la contraria. "En algunos países de cultura jurídica anglosajona, y también en Francia, si un obispo se entera, fuera del secreto sacramental de la confesión, de que uno de sus sacerdotes ha cometido abuso de menores, está obligado a denunciarlo a la autoridad judicial". En tales casos, "nuestra indicación [a los obispos] es respetar la ley".



Donde no hay obligación legal, "no imponemos a los obispos que denuncien a sus sacerdotes, sino que les alentamos a dirigirse a las víctimas para invitarlas a presentar denuncia ellas mismas. Además, les invitamos a proporcionarles asistencia espiritual, pero no solo espiritual. En un caso reciente, de un sacerdote condenado por un tribunal civil italiano, fue precisamente esta Congregación la que sugirió a los denunciantes, que se habían dirigido a nosotros para un proceso canónico, que lo comunicaran también a las autoridades civiles, en interés de las víctimas y para evitar nuevos crímenes".



Tampoco tiene base reprochar negligencia o encubrimiento al Papa actual durante su mandato al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe (1981-2005). Mons. Scicluna señala que "el cardenal Ratzinger demostró sabiduría y firmeza al tratar esos casos. Más aún: dio prueba de gran valor afrontando algunos casos muy difíciles y espinosos, sine acceptione personarum".



Cómo se han resuelto los procesos


La entrevista explica qué pasos se dan cuando llega una denuncia a la autoridad eclesiástica. "Si la acusación es verosímil, el obispo tiene la obligación de investigar tanto la credibilidad de la denuncia como el objeto de la misma. Y si el resultado de la investigación previa es que hay base para abrir un proceso, [el obispo] no tiene ya competencia sobre el caso y debe remitirlo a nuestra Congregación, donde será tratado por la oficina disciplinaria".



A continuación, Mons. Scicluna detalla el número y tipología de los casos llegados a la Congregación. "En los últimos nueve años (2001-2010) hemos analizado las acusaciones relativas a unos 3.000 casos de sacerdotes diocesanos y religiosos por delitos cometidos en los últimos cincuenta años".



"Grosso modo, el 60% son de 'efebofilia', o sea de atracción sexual por adolescentes del mismo sexo; el 30% son de relaciones heterosexuales, y el 10%, de actos de pederastia verdadera y propia, esto es, por atracción sexual hacia niños impúberes. Los casos de sacerdotes acusados de pederastia verdadera y propia son, pues, unos trescientos en nueve años. Son siempre demasiados, desde luego, pero hay que reconocer que el fenómeno no está tan difundido como se dice".



De los tres mil asuntos en total, "en el 20% de los casos se ha celebrado un proceso penal o administrativo, normalmente en las diócesis de procedencia –siempre bajo nuestra supervisión–, y solo algunas veces aquí, en Roma: así se agiliza el procedimiento". Muchos procesos terminaron en sentencia condenatoria. "Pero tampoco han faltado otros en que el sacerdote fue declarado inocente o en que las pruebas no fueron consideradas suficientes. De cualquier modo, en todos los casos se analiza no solo si el clérigo acusado es culpable o no, sino también si es idóneo para ejercer el ministerio públicamente".



"En el 60% de los casos no hubo proceso, principalmente por la edad avanzada de los acusados, pero se dictaron contra ellos sanciones administrativas y disciplinarias, como la prohibición de celebrar misa con presencia de fieles y de oír confesiones, y la obligación de llevar una vida retirada y de oración. Hay que subrayar que en estos casos, entre los cuales hubo algunos muy sonados, de los que se ocuparon los medios de comunicación, no se trata de absoluciones. Ciertamente no ha habido una condena formal, pero si a una persona la obligan al silencio y a la oración, por algo será".



De los demás casos que se resolvieron sin llegar a concluir un proceso judicial canónico, en la mitad, "particularmente graves y con pruebas abrumadoras, el Santo Padre asumió la dolorosa responsabilidad de autorizar un decreto de dimisión del estado clerical". "En el restante 10% de los casos los mismos clérigos acusados pidieron la dispensa de las obligaciones derivadas del sacerdocio, que fue concedida con prontitud. Los sacerdotes implicados en estos últimos casos tenían en su poder material de pornografía pederasta y por eso fueron condenados por las autoridades civiles".



Cuántos casos y de dónde


Los casos examinados por la Congregación ocurrieron en su mayor parte en "Estados Unidos: en 2003-2004 eran alrededor del 80% del total. En 2009 la proporción de casos estadounidenses bajó al 25% de los 223 nuevos casos llegados de todo el mundo". Después de 2007, a la Congregación vienen llegando unos 250 casos anuales; de muchos países tan solo uno o dos. "Aumenta, por lo tanto, el número de los países de procedencia de los casos, pero el fenómeno es muy limitado. Recordemos que en el mundo hay unos 400.000 sacerdotes diocesanos y religiosos. Estos datos no se corresponden con la impresión que se crea cuando casos tan tristes ocupan las primeras planas de los periódicos".



En Italia, "hasta ahora no parece que el fenómeno tenga dimensiones dramáticas; pero me preocupa una especie de 'cultura del silencio' que veo todavía muy difundida. La Conferencia Episcopal Italiana ofrece un óptimo servicio de asesoría técnico-jurídica para los obispos que hayan de tratar esos casos. Observo con gran satisfacción el empeño de los obispos italianos por afrontar cada vez mejor los casos que les llegan".



¿Deben prescribir?


Ahora se plantea si la ley canónica –a diferencia de las leyes civiles– debería considerar imprescriptibles estos abusos de menores. "En el pasado, es decir antes de 1889, la prescripción de la acción penal era una norma ajena al derecho canónico. Para los delitos más graves, el motu proprio de 2001 introdujo la prescripción al cabo de diez años, que en los casos de abuso sexual se cuentan a partir del día en que el menor cumple 18".



"La experiencia indica –añade Mons. Scicluna– que el plazo de diez años no es adecuado a este tipo de casos, y sería deseable volver al sistema anterior, en el que no prescribían los delicta graviora. El 7 de noviembre de 2002, el venerable siervo de Dios Juan Pablo II concedió a este dicasterio la facultad de derogar la prescripción caso por caso ante una petición motivada por parte del obispo, y la derogación normalmente se concede".



SUMARIO



5


"Celibato sacerdotal y abusos sexuales"


noticia/ http://www.aceprensa.com/ / jueves 11 de marzo de 2010



Ante los casos de abusos sexuales cometidos por clérigos algunos sectores vuelven a planear su relación con el celibato sacerdotal.


Al salir a la luz pública algunos casos de abusos sexuales contra menores cometidos por clérigos, algunos sectores utilizan estos lamentables hechos para arremeter contra el celibato sacerdotal. Pero esta asociación olvida que abusos de este tipo se dan también en otros ámbitos donde no se exige para nada el celibato: cfr. El celibato y el secretismo (Aceprensa, 3-04-2002).



En la crisis de este tipo en Estados Unidos en 2002, los datos aportados mostraron que no había ninguna prueba de que los abusos tuvieran algo que ver con el celibato sacerdotal. Los datos estadísticos respecto a EE.UU. fueron recogidos en Balance y final de un escándalo (Aceprensa, 10-03-2004).



Otras cuestiones sobre el mismo asunto se abordan en Aceprensa (19-06-2002), que incluía las siguientes preguntas:



¿Qué incidencia tiene el problema de abuso de menores entre el clero?


Philip Jenkins, profesor de Historia y Estudios Religiosos en la Universidad Estatal de Pensilvania, no católico, autor del libro Pedophiles and Priests (Oxford University Press, 1996), recoge un estudio referido a la diócesis de Chicago, que examinó los datos de unos 2.200 sacerdotes que sirvieron en la diócesis de 1963 a 1991. Se consideró prueba de mala conducta no una condena legal en los tribunales, sino el consenso de que una determinada acusación estaba probablemente justificada.



"Con esta baja exigencia de prueba –dice Jenkins–, el informe concluyó que unos 40 sacerdotes, en torno al 1,8% del total, eran probablemente culpables de mala conducta con menores en algún momento de su carrera. Dicho de otro modo, no había ninguna prueba contra más del 98% del clero parroquial. Como otras organizaciones que trabajan con niños no han hecho estudios tan amplios, no podemos saber si la incidencia entre el clero católico es mayor o menor que entre los profesores, asistentes sociales o monitores de scouts".



¿Es un problema específico o más grave en la Iglesia católica que en otras?


A pesar de que la atención se ha centrado en la Iglesia católica, "la mayoría de las iglesias norteamericanas donde se han producido acusaciones de abusos sexuales a menores son protestantes, y la mayoría de los acusados no son clérigos ni directivos, sino voluntarios". Así escribe The Christian Science Monitor (abril 2002), revista conocida por su rigor, haciéndose eco de los datos contenidos en los informes nacionales que anualmente publica Christian Ministry Resource (CMR).



CMR hace una encuesta nacional entre unas 1.000 instituciones eclesiásticas (congregaciones, parroquias...) y, desde 1993, ha preguntado también sobre denuncias de abusos sexuales. Como promedio, un 1% de las congregaciones encuestadas comunicaban casos de abusos de este tipo. "Los católicos han acaparado toda la atención de los medios de comunicación, pero este problema es mayor en las iglesias protestantes simplemente porque son muchas más", dice James Cobble, director ejecutivo de CMR. De las 350.000 iglesias de EE.UU., 19.500 son católicas (un 5%).



Las conclusiones del CMR revelan también que "los abusos se dan más entre los voluntarios [que ayudan en las iglesias] que entre el clero o el personal directivo. Y, lo que es más sorprendente, los menores son acusados de abusos contra otros menores con tanta frecuencia como el clero y los directivos. En 1999, por ejemplo, el 42% de los presuntos autores de abusos fueron voluntarios, un 25% profesionales de las iglesias (incluido el clero) y un 25% otros menores".



Un 21% de los casos se resolvieron por sentencia judicial o por acuerdos extrajudiciales.



¿La exigencia del celibato sacerdotal puede favorecer conductas sexuales desviadas?


El citado Philip Jenkins explica en unas declaraciones recogidas en First Things (mayo 2002): "Mis investigaciones de estos casos durante los últimos veinte años indican que no hay ninguna prueba de que los sacerdotes católicos u otros clérigos célibes estén más inclinados a incurrir en mala conducta o abusos que los clérigos de cualquier otra Iglesia, o que los laicos. Aunque determinados medios de prensa vean este asunto como una crisis del celibato, no hay nada que pruebe tal cosa".




SUMARIO


sábado, 5 de junio de 2010

Re: Rv: Siena (N.396): 1. El Sexo en el guión... ; 2. Que la muerte me encuentre bien vivo; 3. Abuso de menores: mirar primero a las víctimas; 4. La inquisición secular; 5. La crisis en 1001 palabras

El 1 de mayo de 2010 11:10:10 UTC+2, Jose Miguel Ruiz Velasco <jmruizve@yahoo.es> escribió:

Art 2. Los enfermos dicen: "¡Yo no quiero vivir así!". Bien, cambiemos el "así", ¡y entonces el 99% quiere seguir viviendo! Con más recursos en medicina paliativa, el debate sobre la eutanasia devendría residual.

Art 5. Benedicto XVI a las víctimas: "Habéis sufrido inmensamente y eso me apesadumbra en verdad. Sé que nada puede borrar el mal que habéis soportado. (...) Es comprensible que os resulte difícil perdonar o reconciliaros con la Iglesia. En su nombre, expreso abiertamente la vergüenza y el remordimiento que sentimos todos. Al mismo tiempo, os pido que no perdáis la esperanza". A los sacerdotes y religiosos que han abusado de niños: "Debéis responder de ello ante Dios todopoderoso y ante los tribunales debidamente constituidos". A los obispos: "No se puede negar que algunos de vosotros y de vuestros predecesores habéis fallado, a veces gravemente, a la hora de aplicar las normas, codificadas desde hace largo tiempo, del derecho canónico sobre los delitos de abusos de niños. Se han cometido graves errores en la respuesta a las acusaciones".

----- Mensaje reenviado ----
De: Ismael Martínez <imartinez@compositor.org>
Para: Ismael Martínez <imartinez@compositor.org>
Enviado: vie,30 abril, 2010 19:02
Asunto: Siena (N.396): 1. El Sexo en el guión... ; 2. Que la muerte me encuentre bien vivo; 3. Abuso de menores: mirar primero a las víctimas; 4. La inquisición secular; 5. La crisis en 1001 palabras

Cabecera siena.png

SUMARIO AÑO X NÚMERO 396 del 26 abril al 2 mayo 2010

1

"Sexo: lo que no exige el guión de cine"

reportaje de ana sanchez de la nieta / http://www.aceprensa.com/ /

lunes 19 de abril de 2010

2

"Intentaré que la muerte me encuentre bien vivo"

entrevista de victor amela al doctor julio gómez, experto en medicina paliativa / http://www.lavanguardia.es/ / sabado 10 de abril de 2010

3

"Abuso de menores: mirar primero a las víctimas"

entrevista a marta brancasantino, antropóloga / http://www.zenit.org/ / miércoles 28 de abril de 2010

4

"La inquisición secular"

comentario de http://www.aceprensa.com/

/fuente: http://www.spiked-online.com/ / jueves 22 de abril de 2010

5

"La crisis de la pederastia en 1001 palabras"

articulo de marc argemi, creador del blog http://www.bxvi.wordpress.com/ /domingo 25 de abril de 2010

PARA SUSCRIBIRSE A ESTE SERVICIO BASTA CON ESCRIBIR A imartinez@compositor.org, PERIODISTA / SIENA NO SE IDENTIFICA NECESARIAMENTE CON LAS IDEAS PUBLICADAS EN ESTE BOLETÍN, QUE SON RESPONSABILIDAD DE SUS AUTORES / UN CORDIAL SALUDO DESDE LA REDACCIÓN.

1

"Sexo: lo que no exige el guión de cine"

reportaje de ana sanchez de la nieta / http://www.aceprensa.com/ /

lunes 19 de abril de 2010

Hace unos días saltaba a los medios una noticia curiosa. La cadena americana ABC había echado a un actor por negarse a rodar escenas de sexo. El actor es Neal McDonough, 44 años, bastante conocido por sus apariciones en películas como Minority Report o Banderas de nuestros padres, y por series de TV como Hermanos de sangre o Mujeres desesperadas. Acababa de empezar el rodaje de Scoundrels, una nueva serie de la ABC, y se negó a interpretar una escena de sexo explícito con Virginia Madsen. La cadena decidió sustituirle por otro actor.

La noticia ha dado pie a un sinfín de comentarios y explicaciones. Los medios han publicado que la razón de la negativa es que McDonough es católico, con firmes creencias religiosas y tienen mujer y tres niños pequeños. Por eso se niega a interpretar este tipo de escenas.

En los medios digitales –los más dados a este tipo de debates– miles de internautas han apoyado masivamente la decisión del actor. A juzgar por los comentarios a esta noticia, abrumadoramente positivos, se deduce que la coherencia sigue siendo un valor en alza. Son mayoría las personas que alaban la decisión de McDonough y elogian que una persona sea capaz de perder un millón de dólares (que es lo que ha dejado de cobrar) por actuar en conciencia y por respeto a su mujer y a su familia.

Los que critican la decisión del actor –además de la cadena, claro– lo hacen señalando que no ha tenido los mismos inconveniente al interpretar papeles violentos.

Sexo y violencia, muy diferentes

Además del lógico sentido común –presente en muchos de los comentarios de estas webs, como el de la mujer que señalaba que, si su marido fuera actor, prefería mil veces verle disparando que en la cama con otra mujer–, en este punto, viene bien releer al crítico francés André Bazin, mentor de Truffaut y Rohmer, inspirador de la Nouvelle Vague e impulsor de la revista Cahiers du cinema. Bazin explica en su célebre libro Qué es el cine como la representación del sexo y la violencia son absolutamente diferentes.

Bazin afirma que la gran diferencia es que las escenas de violencia se representan mientras que las sexuales, en cierto modo, se viven. "Si se muestra en la pantalla un hombre y una mujer con un vestido y postura tales que sea inverosímil que al menos un comienzo de consumación sexual no haya acompañado a la acción, yo tendría derecho a exigir en un film policiaco que se mate verdaderamente a la víctima o al menos que se la hiera más o menos gravemente. Y esta hipótesis no tiene nada de absurdo, porque no hace mucho que el asesinato ha dejado de ser espectáculo, para los romanos, los mortales juegos de circo eran el equivalente a una orgía".

Bazin señala como –a diferencia de otras artes representativas, como la pintura– "en el cine a la mujer incluso desnuda se la puede desear expresamente y acariciarla realmente y, sin embargo, si queremos permanecer en el nivel del arte debemos mantenernos en lo imaginario. Debemos poder considerar lo que pasa en la pantalla como un relato que no llega jamás al plano de la realidad, o en caso contrario, me hago cómplice diferido de un acto, o al menos una emoción, cuya realización exige intimidad. Lo que significa que el cine puede decir todo pero no puede mostrarlo todo. Se puede hablar de todo tipo de conductas sexuales pero con la condición de recurrir a las posibilidades de abstracción del lenguaje cinematográfico, de manera que la imagen no adquiera jamás un valor documental".

Desde esta perspectiva, se entiende que haya directores que se nieguen a incluir escenas de sexo en sus películas y prefieran recurrir a la elipsis. El realizador finlandés Ali Kaurismäki, lo explica con elocuencia. En sus cintas, muy oscuras en ocasiones, retrata la vida de prostitutas o amantes pero nunca muestra sexo en las pantallas. "Cuando veo una película y llega la escena de sexo me siento siempre muy violento, y también el público, creo. Son situaciones privadas y me siento un voyeur. Todas esas secuencias parecen siempre la misma; pienso que en Hollywood tienen un stock al que acuden".

Y el español Patxi Amezcua, preguntado recientemente sobre por qué en su película 25 kilates había poco sexo y palabrotas, comentaba que "no hace falta decir "hijo de puta" para que se note que el personaje está enfadado… Y el sexo despista la mayor parte de las veces".

Cuando fallan otros recursos

De hecho, las personas que ven mucho cine, por ejemplo, los críticos coinciden en señalar que, con excepciones, el exceso de sexo en una película puede obedecer a dos motivos: o es un reclamo publicitario para hablar de ella por escandalosa o es un modo de intentar salvar un mal guión.

La tesis de Bazin explica también como, al margen de otras cuestiones morales, muchos actores confiesan sentirse incómodos cuando ruedan estas escenas. Otros las ven necesarias para entrar en el mundo del cine –un peaje que hay que pagar– pero renuncian a ellas en cuanto tienen un cierto caché. Es el caso, por ejemplo, de Brad Pitt que, hace años manifestó que no volvería a salir desnudo. "No quiero sentirme avergonzado cuando mis hijos sean más grandes y vean mis películas", señaló.

Y el espectador, ¿quiere el espectador medio ver sexo en la pantalla grande? A juzgar por los datos de taquilla parece más bien lo contrario. Entre las 10 películas más vistas en el 2009 solo una –Resacón en las Vegas tiene contenidos sexuales.

En definitiva, toda esta historia revela en el fondo que una de esas frases acuñadas en el mercado del cine –que el sexo vende– no es cierta y que el sexo en la pantalla tiene más inconvenientes que ventajas. Hace perder dinero a los productores y distribuidores, encasilla a los actores, incomoda al espectador, no ayuda a la creatividad de los realizadores y no convence a los críticos.

Neal Mc Dougahn, además de buen actor ha demostrado ser un tipo coherente y listo

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"Intentaré que la muerte me encuentre bien vivo"

entrevista de victor m. amela al medico julio gómez, experto en medicina paliativa / http://www.lavanguardia.es/ / sabado 10 de abril de 2010

Tengo 40 años. Nací y vivo en Bilbao. Soy médico especialista en cuidados paliativos: asisto a enfermos terminales. Estoy casado y tengo un hijo, Ander (11), y tuve una hija, Estíbaliz (murió hace seis años). ¿Política? Compromiso social, voluntariado. Soy cristiano.

Su hija estaba muerta. Dejó que su hermanito Ander, de seis años, la viera. El niño lloró y, mirándole a él, le dijo: "Tú no lloras porque eres médico, ¿verdad?". Y Julio Gómez rompió a llorar: aprendió que tenía derecho. Hoy es referente en medicina paliativa: bajo la dirección del veterano Xavier Gómez-Batiste, Julio lidera el hospital San Juan de Dios de Santurce. De 384.000 personas que fallecen al año en España, 150.000 necesitan esos cuidados, y sólo 40.000 los recibían: disminuyen así sus niveles de ansiedad, depresión e insomnio.

Si yo fuese un enfermo terminal, ¿qué haría usted?

Ayudarte a vivir bien hasta el último minuto.

¿Cómo puedo vivir bien sabiendo que voy a morir?

Si aceptas lo inevitable y yo te palío lo evitable, vivirás bien hasta el final, con dignidad.

¿Qué es lo evitable?

El dolor total.

¿Qué es el dolor total?

Una suma de dolor físico, dolor psíquico, dolor social y dolor espiritual. Paliémoslos: en eso consisten los cuidados paliativos.

¿Desde cuándo la medicina los ofrece?

En España, sólo desde los años 80. Antes, el médico veía a la muerte como enemiga: si no podía curar, el médico se sentía fracasado. "No hay nada que hacer", sentenciaba, y abandonaba al enfermo a su suerte.

Lo desahuciaba.

El médico está entendiendo que, más allá de curar, puede cuidar al enfermo desde el diagnóstico hasta la muerte. Lo dice el filósofo Francesc Torralba: "Hay enfermos incurables, pero ninguno incuidable".

¿Cómo me paliarán el dolor físico?

Hay analgésicos idóneos, hay morfina.

Si la morfina merma mis facultades, ¿me compensaría usarla de todos modos?

Te preguntaría siempre antes. Hoy podemos dosificar la morfina de modo que palíe tu dolor físico con el mínimo embotamiento cognitivo. El otro día reduje la dosis a un enfermo porque vi que había alcanzado una serenidad natural que lo permitía.

¿El estadopsíquico determina el físico?

Sí. El dolor psíquico –angustia, ansiedad, tristeza, ira, miedo...– alimenta el sufrimiento, sensibiliza, incrementa el dolor total.

¿Y cómo se palía ese dolor psíquico?

Acompañando al enfermo, permitiendo que se permita expresar rabia, tristeza... ¡Sólo así podrá llegar a aceptar su situación! Ese enfermo quiso hablar con familiares, expuso deseos, se reconcilió consigo mismo...

Me hablaba de dolor social: ¿qué es?

El derivado de perder tus roles sociales anteriores, a causa de tu enfermedad.

¿Cómo puede paliarse ese dolor?

Un enfermo entendió lo mucho que podía enseñar a sus hijos (o nietos) con su actitud ante la enfermedad y la muerte: ganó para sí un rol social, ¡y un rol muy importante!

¿Sí?

Solemos encubrir la muerte. Error. Si de niños vemos al abuelo muerto, ¡sufriremos menos mañana ante la muerte! Los niños aceptan la muerte como natural: ¿por qué inocularles temores, perjudicándoles?

Me citaba el dolor espiritual: ¿qué es?

Es el del sentido: "¿por qué?", "¿por qué yo?", "¿para qué nacer, para qué vivir?",

"¿para qué todo?", "¿qué pinto yo aquí?", "¿dónde está Dios?". El enfermo terminal se hace estas preguntas, busca un sentido...

¿Y cómo le ayuda usted ahí?

Acompañándole en las preguntas: al menos, siempre nos quedarán las preguntas.

No sé si es mucho consuelo...

Nada alivia más a un paciente avanzado que comprobar que su médico no se escaquea.

¿Es más fácil el final para el creyente?

Morimos como hemos vivido: uno enfrenta de cara las cosas, otro escurre el bulto...

Diga algo al terminal que nos lea.

No es que mientras hay vida, hay esperanza, sino que mientras hay esperanza, hay vida.

Hay mucho que hacer, desde aplacar tu dolor hasta estar consciente, o ver una película con alguien, compartir una comida, conversar... ¡Te queda seguir vivo hasta el final!

Cíteme un caso.

A un hombre le preparé para disfrutar de la cena de Fin de Año con sus seres queridos.

Luego murió con todos alrededor de su cama, dándole la mano: ¡ver esa foto es emocionante!

¿Puede haber mejor muerte?

¿Mejor en casa que en el hospital?

Donde prefiera: disponemos de medios y recursos para que sea en casa, si se desea.

¿Ha acompañado a alguien querido?

Mi hija murió con tres años y ocho meses. Nacida con grave discapacidad, estaba hipercapacitada para generar cambios alrededor: despertó la ternura en mí, eso me hizo mejor médico. Yo la cuidé, ella me doctoró.

¿Hay dolor mayor que ese?

Quizá no. Tratar a un enfermo terminal es siempre tratar a la vez a sus familiares, a sus cuidadores, para evitar que le transmitan sus angustias. Y otra asignatura pendiente de la medicina actual es el duelo: la mitad de los duelos deriva en alguna patología.

¿Hubiese usted ayudado a morir al tetrapléjicoSampedro?

Yo ayudo a vivir al que vaamorir, noamorir al que puede vivir. Sampedro no quiso, quiso suicidarse: no era un caso para mí.

¿Acaso no es la medicina paliativa una eutanasia ("buena muerte")?

Los enfermos dicen: "¡Yo no quiero vivir así!". Bien, cambiemos el "así", ¡y entonces el 99% quiere seguir viviendo! Con más recursos en medicina paliativa, el debate sobre la eutanasia devendría residual.

Una dosis muy alta de morfina ¿mata?

Le sedará, disminuirá sus constantes: moriría usted igual, pero así será más plácido.

¿Aprende usted algo de sus pacientes?

Sí: el valor de expresar las emociones, el valor de reconciliarse, el valor de cinco minutos...

¡Ellos son mis maestros! Lo que aprendo de ellos me capacitará un día para aprobar mi propio examen final.

¿Cómo enfrentará usted su final?

¡Intentaré que la muerte me encuentre bien vivo.

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"Abuso de menores: mirar primero a las víctimas"

entrevista a marta brancasantino, antropóloga / http://www.zenit.org/ / miércoles 28 de abril de 2010

Ante las noticias que siguen presentando los medios de comunicación sobre los casos de pedofilia por parte de algunos sacerdotes católicos, la antropóloga Marta Brancatisano considera que lo más importante es pensar en las raíces del problema, en el dolor de las víctimas y en las posibles soluciones. Brancatisano participó en el congrerso Church and communications. Identiti and dialogue. (Iglesia y comunicaciones. Identidad y diálogo), que finalizó este miércoles en la universidad de la Santa Croce en Roma. Durante su intervención denominada Abusi sui minori: ripensare il futuro, una proposta antropologica, (Abusos a menores, repensar el futuro, una propuesta antropológica) denunció que en Italia existen unas 15 redes de pedofilia. Por ello indicó que en este tiempo es necesario "dirigir la atención sobre la sexualidad con una comprensión antropológica". Marta Brancatisano se graduó con honores de derecho en la Universidad La Sapienza de Roma en 1968. Está casada y madre de siete hijos. Se ha dedicado a la pedagogía y al apoyo de la mujer en el ámbito profesional y familiar. Ha escrito varios libros sobre el tema.

Usted en su conferencia se refirió al tema de los escándalos de pedofilia como una

"situación horrible que nunca hubiéramos querido escuchar", sin embargo dice que de todo esto puede salir un resultado positivo. ¿Cuál podría ser?

Sí, hay algo positivo en esta tragedia que ha golpeado a la Iglesia. Porque ha puesto en evidencia violentamente que el problema existe. Que el problema es global. Hay dos objetivos en estos hechos de escándalo y de comunicación: ¿queremos salvar la credibilidad de la Iglesia católica o queremos salvar a los niños? Personalmente no los veo como objetivos que se oponen. Pero mientras que el primer objetivo es muy parcial, el segundo, y lo digo con mucha fuerza, no puede ser parcial. Debe ser el objetivo de todo el mundo, de todas las instituciones, de todos los Estados.

¿Cuáles cree que son las raíces del problema de la pedofilia?

Creo que a nivel de mal individual, de debilidad y de perversión, la pedofilia siempre ha existido y no me refiero a la experiencia cultural del mundo griego sino un comportamiento que se puede rastrear a lo largo de la historia de la humanidad. Esa es la diferencia con el hoy: que una vez fue comportamiento comúnmente visto como destructivo mientras que hoy hay presiones culturales para que pueda ser considerado como expresión libre del ser y esto hace parte – la pedofilia es el último eslabón – de una concepción de la sexualidad como expresión, y no como modo para entrar en relación con el otro, que caracteriza nuestra cultura.

Usted también presentó en su conferencia otras hechos en los que la cultura de muerte golpea fuertemente a los niños

Es aterrador. Tenemos niños soldados, una realidad bien conocida y casi oficial. Tenemos niños que son asesinados para ser usados como donadores de órganos. Niños que son ensamblados poniendo características estructurales desde el punto de vista biológico: semen del hombre, útero, para mujeres que se ilusionan de vivir la maternidad de manera consumista. Creo que nada puede ser peor en el mundo y que una última llamada a la cual vale la pena responder todos, más allá de cualquier particularidad religiosa e ideológica.

Cosas que definitivamente destruyen el futuro de los niños…

Como madre de familia puedo decir que si una familia con padres sanos

provoca sufrimientos a los niños, imagínese qué puede pasar con esta violación. El ser humano está hecho de lo mismo: cuerpo, alma, psique, sentimiento, instinto pero en medio de todo esto está la libertad, por eso no somos predeterminables. En este sentido pienso que la llamada de Benedicto XVI para entrar dentro de sí y para pedir perdón, para orar, es verdaderamente una estructura importante de la solución de este problema.

En un escándalo mediático como este, ¿cómo encaminar la atención no hacia el escándalo en sí sino hacia el bienestar de los niños?

¡Es mi propuesta! La comunicación es siempre comunicación emotiva. El escándalo, lo horrible que esto tiene provoca una emoción de miedo. La invitación es a todos, también a los medios. Debemos provocar una emoción de esperanza, si queremos respetar las víctimas. No sólo castigando a los culpables sino dándole una esperanza de que lo que han sufrido no sucederá más porque racionalmente se han aplicado las soluciones. El resto me parece que es sólo un darle vueltas estériles a las emociones.

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"La inquisición secular"

comentario de http://www.aceprensa.com/

/fuente: http://www.spiked-online.com/ / jueves 22 de abril de 2010

Brendan O'Neill, que se define como ateo libertario, escribe en http://www.spiked-online.com/index.php/site/article/8526/ que la campaña de los nuevos ateos contra el Papa surge de un secularismo pesimista, que solo es capaz de afirmarse ridiculizando a la religión.

Brendan O'Neill se refiere a la campaña de lo que llama Nuevos Ateos (como Richard Dawkins, Christopher Hitchens, Geoffrey Robertson...) que han lanzado la propuesta de detener al Papa cuando visite Gran Bretaña, acusado de "crímenes contra la humanidad".

O'Neill se pregunta por qué unos pensadores inteligentes parecen perder la razón cuando se trata de la Iglesia católica y del Papa. Por ejemplo, recuerda que "en 2006 Dawkins criticó la 'histeria sobre la paidofilia' y afirmó que, aunque él había sido víctima de abuso sexual en un internado, estaría dispuesto a defender a sus abusivos profesores si 'al cabo de cincuenta años fueran acosados por vigilantes o abogados como si fueran asesinos de niños'. Sin embargo, ahora pone a los sacerdotes abusadores a la par que los genocidas".

O'Neill advierte que algunos comentaristas anticatólicos han decidido no atender a los datos y a los números, y hacen afirmaciones tan peregrinas como la de ese columnista que describe al Vaticano como "una conspiración criminal internacional para proteger a los violadores de niños". A pesar de esta falta de mesura, "la campaña de los que van a la caza del Papa ha adquirido un carácter poderosamente patológico, obsesivo y de una estridencia ensordecedora. Es gritona y emotiva."

Intolerancia ante las creencias sólidas

La razón de que esta campaña se haya hecho tan histérica, dice O'Neill, se debe a que los Nuevos Ateos necesitan afirmarse. "La actual caza del Papa surge de un movimiento secularista que parece incapaz de afirmar un propósito o un sentido de un modo positivo, centrado en el hombre –al estilo de lo que hicieron grandes ateos como Marx o Darwin– y que solo pueden afirmarse negativamente, en confrontación con el 'mal' de la religión, con gestos contra la supuesta perversidad de la fe institucionalizada".

"El secularismo está en crisis", dice O'Neill. Si en los tiempos de la Ilustración rechazó la guía de Dios para afirmar que el hombre solo podía dominar las complejidades de la vida, hoy domina un pensamiento pesimista en el que el hombre es visto como un ser codicioso, destructivo, en el que no se puede confiar. No es la fe en la humanidad lo que define al actual secularismo, sino, al contrario: una profunda confusión sobre el papel del hombre, un sentirse incómodo en el mundo en que vivimos. "Empujado más por la duda y la confusión que por un deseo de Ilustración, el nuevo secularismo da su alarma intolerante ante cualquier sistema de pensamiento que, a diferencia de los suyos, parezca tener algo de coherencia y autoridad".

"Esto es lo que está detrás de su guerra contra la religión: un instinto de ridiculizar a aquellos que, a diferencia de los secularistas contemporáneos, tienen una perspectiva global de la vida y un sólido sistema de pensamiento. Esto es realmente lo que ellos encuentran tan extraño en la Iglesia católica en particular: sus creencias, su fe, su jerarquía. Un ateísmo completamente extraño a la gran masa de la gente y a cualquier visión orientada al futuro solo puede arremeter de un modo extremo e intolerante contra aquellos que todavía parecen tener creencias sólidas: los creyentes, o los 'ilusos', como los llaman los Nuevos Ateos".

Como consecuencia, escribe O'Neill, "su campaña contra el Papa realmente tiene el aire de una caza de brujas o, paradójicamente, de una Inquisición. Primero, para imbuir su campaña de alguna lógica, los caza-papas deben exagerar ampliamente la escala y los efectos de los delitos de la Iglesia católica contra los niños. Segundo, porque tácitamente están tratando de crear un clima represivo y policial en relación con lo que consideran una religión problemática, hasta el punto de que los líderes religiosos no se sientan libres de viajar por el mundo para visitar a sus seguidores. Y tercero, y más importante, porque su caza del Papa está pensada para darse una satisfacción a sí mismos, para atribuirse un sentimiento de poder, un propósito y una legitimidad que ya no pueden asegurar a través de sus ideas o de su visión".

Brendan O'Neill, asegura que "como ateo libertario, mi única preocupación en este tema es analizar la emergencia de una nueva forma de ateísmo histérico y represivo. Y los Nuevos Ateos no son el primer grupo de gente en la historia que persigue sus propios objetivos intolerantes, engañosos y discutibles, bajo el pretexto de hacer justicia a los desposeídos".

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"La crisis de la pederastia en 1001 palabras"

articulo de marc argemi, creador del blog http://www.bxvi.wordpress.com/ /domingo 25 de abril de 2010

El New York Times (NYT) publica (12/3/10) que en 1980 la archidiócesis de Múnich y Freising, siendo Joseph Ratzinger obispo, acogió y finalmente reincorporó a un sacerdote acusado de abusar sexualmente de niños. El cura perpetró más tarde nuevos abusos y fue procesado. Como se ha demostrado después, quien tomó la decisión de readmisión no fue Ratzinger sino el vicario general: la reasignación tuvo lugar en septiembre de 1982, cuando Ratzinger ya estaba en Roma. Por las mismas fechas (5/03/10) se intenta implicar al hermano de Ratzinger, pero la acusación no se sostiene.

La respuesta de Benedicto XVI

Benedicto XVI (19/03/10) escribe una carta a los católicos de Irlanda sobre los abusos a niños y jóvenes por parte de clérigos, destapados por los informes Murphy (julio 2009) y Ryan (mayo 2009). Irlanda es el segundo país tras Estados Unidos donde se investiga a fondo.

En la misiva, Benedicto XVI apunta 8 causas de este desastre: 1) inadecuada respuesta a la secularización, 2) descuido de prácticas sacramentales y devocionales (confesión frecuente, oración diaria y retiros anuales), 3) tendencia a adoptar formas de pensamiento y juicio sin referencia suficiente al Evangelio; 4) tendencia a evitar enfoques penales de las situaciones canónicamente irregulares; 5) procedimientos inadecuados para determinar la idoneidad de los candidatos al sacerdocio y a la vida religiosa; 6) insuficiente formación humana, moral, intelectual y espiritual en los seminarios y noviciados; 7) tendencia social a favorecer el clero y otras figuras de autoridad y 8 ) preocupación fuera de lugar por el buen nombre de la Iglesia y para evitar escándalos.

A las víctimas dice: "Habéis sufrido inmensamente y eso me apesadumbra en verdad. Sé que nada puede borrar el mal que habéis soportado. (...) Es comprensible que os resulte difícil perdonar o reconciliaros con la Iglesia. En su nombre, expreso abiertamente la vergüenza y el remordimiento que sentimos todos. Al mismo tiempo, os pido que no perdáis la esperanza". A los sacerdotes y religiosos que han abusado de niños: "Debéis responder de ello ante Dios todopoderoso y ante los tribunales debidamente constituidos". A los obispos: "No se puede negar que algunos de vosotros y de vuestros predecesores habéis fallado, a veces gravemente, a la hora de aplicar las normas, codificadas desde hace largo tiempo, del derecho canónico sobre los delitos de abusos de niños. Se han cometido graves errores en la respuesta a las acusaciones".

Benedicto XVI propone cinco medidas: 1) un año de penitencia, 2) redescubrir el sacramento de la Reconciliación (la confesión), 3) fomentar la adoración eucarística; 4) una Visita Apostólica (una inspección) en algunas diócesis, seminarios y congregaciones religiosas; 5) una misión para todos los obispos, sacerdotes y religiosos. En otras palabras: hacer limpieza.

Más cargos aún

El 24/03/10,NYT apunta directamente a Benedicto XVI como responsable de un caso, cuando era todavía cardenal: el de Lawrence Murphy, que abusó de niños sordos en los 70 en Milwaukee y no fue condenado ni por la justicia ordinaria ni por el arzobispado. Como se ha visto después, la falta de diligencia en el castigo del malhechor fue culpa del propio arzobispado local: el caso no llegó al Vaticano hasta los 90. El sesgo de la noticia periodística puede explicarse por errores de traducción y porque el artículo bebe de dos fuentes: los abogados que han denunciado al Arzobispado (uno de ellos, Jeffrey Anderson, tiene litigio abierto contra la Santa Sede) y el arzobispo retirado de Milwaukee Rembert Weakland, en activo cuando sucedió todo.

El 2/2/10 Associated Press lanzó otra acusación contra Benedicto XVI, cuya pruebas se demostraron falsas. El 9/4/10 volvió a la carga NYT con más acusaciones, con igual suerte.

En resumen, las acusaciones contra la Iglesia son tres: 1) algunos sacerdotes católicos abusaron de niños, 2) muchos obispos lo ocultaron, y 3) Benedicto XVI es personalmente responsable. Con datos en la mano, el n. 1 es lamentablemente cierto en una ínfima minoría del colectivo; n. 2 se afirma en determinados prelados y n. 3 es rotundamente falso.

Las consecuencias

Algunos piden juzgar al Papa por encubrimiento, y aprovechan para suspender al catolicismo en su conjunto. Otros de funesto recuerdo ya habían intentado, tiempo atrás usar los delitos de unos pocos para desacreditar a toda la institución. Algunos abogados intentan sacar provecho. No han faltado voces amigas del Papa desde el judaísmo, desde el agnosticismo y, en general, desde ambientes intelectuales.

El Vaticano ha puesto sobre la mesa la información que tiene.

Tal ejercicio de transparencia ha llegado al extremo de que el fiscal del Vaticano hable sobre los casos de abusos enuna documentada entrevista. La Santa Sede ha publicado los reglamentos por los cuales se juzgan estos casos y abundante documentación.

Dentro de la Iglesia, ha habido partidarios de la ruptura y partidarios de la renovación. Ruptura: 1) algunas voces reclaman una revisión del celibato y de la moral católica, aunque expertos y opinadores incluso no católicos han denunciado con datos la inexistencia de tal vinculación causa-efecto. 2) exponentes antirromanos de cierta edad han reclamado la dimisión del Papa o una reforma.

Renovación: muchos han aplaudido el posicionamiento de Benedicto XVI de tolerancia cero, petición de perdón y penitencia y conversión. Muchos católicos han salido de la perplejidad buscando la verdad de los hechos. La operación limpieza iniciada años atrás ha retomado impulso: desde la carta a Irlanda han dimitido dos obispos irlandeses, un americano, un alemán, unnoruego y un belga. El liderazgo interno de Benedicto XVI es mayor ahora: se percibe Benedicto XVI como parte de la solución, y no parte del problema.

Además de la Iglesia, pocos han priorizado la protección de las víctimas y las medidas para acabar con la pederastia. Es una lástima, tanto más cuando se constata que es un problema transversal: afecta más gravemente a muchos otros colectivos sociales. Países como Alemania, ya lo afrontan globalmente. Algunos articulistas han apuntado a la culpa que en la extensión del fenómeno haya podido tener la revolución sexualde los sesenta y su simpatía declarada hacia la pedofilia.

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