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martes, 22 de abril de 2008

Resumen de todas las intervenciones de Benedicto XVI en su viaje a Estados Unidos

El Papa: "La verdad es Alguien"
Resumen de todas las intervenciones de Benedicto XVI en su viaje a Estados Unidos. El Papa ha animado a los católicos estadounidenses a demostrar con su alegría y su vida coherente que los cristianos tenemos una propuesta para el mundo, tenemos a Alguien.21 de abril de 2008
DISCURSO ANTE LA CASA BLANCALibertad y responsabilidad: “Vengo como amigo y anunciador del Evangelio, como uno que tiene gran respeto por esta vasta sociedad pluralista”.“Confío en que los americanos encuentren en sus creencias religiosas una fuente preciosa de discernimiento y una inspiración para buscar un diálogo razonable, responsable y respetuoso en el esfuerzo de edificar una sociedad más humana y más libre.""La libertad es no sólo un don, sino también una llamada a la responsabilidad personal. La defensa de la libertad es una llamada a cultivar la virtud, la autodisciplina, el sacrificio por el bien común y un sentido de responsabilidad ante los menos afortunados. Además, exige el valor de empeñarse en la vida civil, llevando las propias creencias religiosas y los valores más profundos a un debate público razonable".ENCUENTRO CON LOS OBISPOS EN WASHINGTON Cristo, el centro. "La gente necesita que se le recuerde cuál es el fin último de su vida. Sin Dios, nuestras vidas están realmente vacías. La meta de toda nuestra actividad pastoral y catequética, el objeto de nuestra predicación, el centro mismo de nuestro ministerio sacramental ha de ser ayudar a las personas a establecer y alimentar semejante relación vital con "Jesucristo nuestra esperanza".La vida matrimonial. "Un tema de profunda preocupación es la situación de la familia dentro de la sociedad. El divorcio y la infidelidad están aumentando, y muchos jóvenes hombres y mujeres deciden retrasar la boda o incluso evitarla completamente”.
"Es vuestro deber proclamar con fuerza los argumentos de fe y de razón que hablan del instituto del matrimonio, entendido como compromiso para la vida entre un hombre y una mujer, abierto a la transmisión de la vida. Este mensaje debería resonar ante las personas de hoy, ya que es esencialmente un "sí" incondicional y sin reservas a la vida, un "sí" al amor y un "sí" a las aspiraciones del corazón de nuestra común humanidad, a la vez que nos esforzamos en realizar nuestro profundo deseo de intimidad con los demás y con el Señor".Acompañar a los sacerdotes. "Uno de los signos contrarios al Evangelio de la vida es el abuso sexual de los menores. Habéis recibido de Dios una responsabilidad como pastores de vendar las heridas causadas por cada violación de la confianza, favorecer la curación, promover la reconciliación y acercaros con afectuosa preocupación a cuantos han sido tan seriamente dañados".
"La gente necesita que se le recuerde cuál es el fin último de su vida. Sin Dios, nuestras vidas están realmente vacías".“En este momento una parte vital de vuestra tarea es reforzar las relaciones con vuestros sacerdotes, especialmente en aquellos casos en que ha surgido tensión entre sacerdotes y obispos como consecuencia de la crisis. Es importante que sigáis demostrándoles vuestra preocupación, vuestro apoyo y vuestra guía con el ejemplo".Oración. "Tenemos que redescubrir la alegría de vivir una existencia centrada en Cristo, cultivando las virtudes y sumergiéndonos en la oración. El tiempo pasado en la oración nunca es desperdiciado, por muy importantes que sean los deberes que nos apremian por todas partes".Secularismo. “Lo que necesitamos es un mayor sentido de la relación intrínseca entre el Evangelio y la ley natural por una parte y, por otra, la consecución del auténtico bien humano, como se encarna en la ley civil y en las decisiones morales personales. “El Evangelio debe ser predicado y enseñado como modo de vida integral, que ofrece una respuesta atrayente y veraz, intelectual y prácticamente, a los problemas humanos reales. Creo que la Iglesia en América tiene ante sí en este preciso momento de su historia el reto de encontrar una visión católica de la realidad y presentarla a una sociedad que ofrece todo tipo de recetas para la autorrealización humana de manera atrayente y con fantasía".El abandono de la práctica religiosa. “La salvación -la liberación de la realidad del mal y el don de una vida nueva y libre en Cristo- está en el corazón mismo del Evangelio. Hemos de redescubrir, como ya he dicho, modos nuevos y atractivos para proclamar este mensaje. En la liturgia de la Iglesia, y sobre todo en el sacramento de la Eucaristía, es donde se manifiestan estas realidades de manera más poderosa y se viven en la existencia de los creyentes; quizá tenemos todavía mucho que hacer para realizar la visión del Concilio sobre la liturgia como ejercicio del sacerdocio común y como impulso para un apostolado fructuoso en el mundo".

El Papa con los obispos de EEUU en el Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción.Escasez de vocaciones. “La oración misma, nacida en las familias católicas, fomentada por programas de formación cristiana, reforzada por la gracia de los sacramentos, es el medio principal por el que llegamos a conocer la voluntad de Dios para nuestra vida".MISA EN EL NATIONALS PARK STADIUMCultura católica para cambiar la sociedad: “Percibimos signos evidentes de un quebrantamiento preocupante de los fundamentos mismos de la sociedad: aumento de la violencia, debilitamiento del sentido moral, vulgaridad en las relaciones sociales y creciente olvido de Dios".“La fidelidad y el valor con que la Iglesia en este país logrará afrontar los retos de una cultura cada vez más secularizada y materialista dependerá en gran parte de vuestra fidelidad personal al transmitir el tesoro de nuestra fe católica. Los desafíos que se nos presentan exigen una instrucción amplia y sana en la verdad de la fe". "Pero requieren cultivar también un modo de pensar, una "cultura" intelectual que sea auténticamente católica, que confía en la armonía profunda entre fe y razón, y dispuesta a llevar la riqueza de la visión de la fe en contacto con las cuestiones urgentes que conciernen el futuro de la sociedad americana".La Confesión: “Confiemos en el poder del Espíritu de inspirar conversión, curar cada herida, superar toda división y suscitar vida y libertades nuevas”. Estos dones se encuentran sobre todo en el sacramento de la Penitencia.
"El Evangelio debe ser predicado y enseñado como modo de vida integral, que ofrece una respuesta atrayente y veraz, intelectual y prácticamente, a los problemas humanos reales"."La fuerza libertadora de este Sacramento necesita ser redescubierta y hecha propia por cada católico. En gran parte la renovación de la Iglesia en América depende de la renovación de la regla de la penitencia y del crecimiento en la santidad". UNIVERSIDAD CATÓLICA DE WASHINGTONEn la Universidad, Fe tangigle: "La identidad de una universidad o de una escuela católica no es simplemente una cuestión de número de estudiantes católicos, sino que es una cuestión de convicción. ¿Creemos realmente que el misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado? ¿Aceptamos la verdad que Cristo revela? En nuestras universidades y escuelas, ¿la fe es “tangible”?Alumnos y amor a la verdad: "Los educadores cristianos pueden liberar con confianza a los jóvenes de los límites del positivismo y despertar en ellos la receptividad por la verdad, por Dios y por su bondad. De este modo, ayudaréis también a formar su conciencia, que enriquecida por la fe, abre un camino seguro hacia la paz interior y el respeto por los demás".“Cuando no se reconoce nada como definitivo por encima del individuo, el criterio último de juicio es el yo y la satisfacción de los deseos inmediatos del individuo".ENCUENTRO INTERRELIGIOSO EN CENTRO JUAN PABLO IIConvivencia interreligiosa. “Hoy, jóvenes de todas las religiones se sientan uno al lado del otro en todas las escuelas del país, aprendiendo unos con otros y unos de otros. Esta diversidad plantea nuevos retos que imponen una reflexión profunda sobre los principios fundamentales de una sociedad demócrata".Derecho a la libertad religiosa. "¡Ojalá otros asegunden con valor vuestra experiencia dándose cuenta de que una sociedad unida puede ser el resultado de una pluralidad de pueblos con la condición de que todos reconozcan la libertad religiosa como un derecho civil fundamental"."Los líderes espirituales tienen el deber y la competencia de poner en primer plano las preguntas más profundas de la conciencia, de despertar a la humanidad al misterio de la existencia humana, de dar cabida en un mundo frenético a la reflexión y la oración".Las huellas de Jesús. "De cara a estos profundos interrogantes que tocan el origen y el destino del género humano -señaló el Papa- los cristianos proponen a Jesús de Nazaret. El deseo ardiente de seguir sus huellas lleva a los cristianos a abrir sus mentes y sus corazones al diálogo".
"Quizás en la tentativa de descubrir nuestros puntos comunes hemos olvidado la responsabilidad de discutir con calma y claridad de nuestras diferencias. Mientras unimos siempre mentes y corazones en búsqueda de la paz, debemos escuchar también con atención la voz de la verdad".DISCURSO A LA ONUReglas internacionales y libertad. “En el contexto de las relaciones internacionales, es necesario reconocer el papel superior que desempeñan las reglas y las estructuras intrínsecamente ordenadas a promover el bien común y, por tanto, a defender la libertad humana. Dichas reglas no limitan la libertad. Por el contrario, la promueven cuando prohíben comportamientos y actos que van contra el bien común, obstaculizan su realización efectiva y, por tanto, comprometen la dignidad de toda persona humana”.Los derechos humanos, ¿legales o justos? “La experiencia nos enseña que a menudo la legalidad prevalece sobre la justicia cuando la insistencia sobre los derechos humanos los hace aparecer como resultado exclusivo de medidas legislativas o decisiones normativas tomadas por las diversas agencias de los que están en el poder”.
“Quizá hemos perdido de vista que en una sociedad en la que la Iglesia parece a muchos que es legalista e ‘institucional’, nuestro desafío más urgente es comunicar la alegría que nace de la fe y de la experiencia del amor de Dios”.“Cuando se presentan simplemente en términos de legalidad, los derechos corren el riesgo de convertirse en proposiciones frágiles, separadas de la dimensión ética y racional, que es su fundamento y su fin. Por el contrario, la Declaración Universal ha reforzado la convicción de que el respeto de los derechos humanos está enraizado principalmente en la justicia que no cambia”.Creyentes y ciudadanos. “Obviamente, los derechos humanos deben incluir el derecho a la libertad religiosa, entendido como expresión de una dimensión que es al mismo tiempo individual y comunitaria, una visión que manifiesta la unidad de la persona, aun distinguiendo claramente entre la dimensión de ciudadano y la de creyente”.Es inconcebible, por tanto, que los creyentes tengan que suprimir una parte de sí mismos -su fe- para ser ciudadanos activos. Nunca debería ser necesario renegar de Dios para poder gozar de los propios derechos. Constructores de la sociedad. Los derechos asociados con la religión necesitan protección sobre todo si se los considera en conflicto con la ideología secular predominante o con posiciones de una mayoría religiosa de naturaleza exclusiva. No se puede limitar la plena garantía de la libertad religiosa al libre ejercicio del culto, sino que se ha de tener en la debida consideración la dimensión pública de la religión y, por tanto, la posibilidad de que los creyentes contribuyan la construcción del orden social”.CATEDRAL DE SAINT PATRICKComunicar la alegría de la fe: “Quizá hemos perdido de vista que en una sociedad en la que la Iglesia parece a muchos que es legalista e ‘institucional’, nuestro desafío más urgente es comunicar la alegría que nace de la fe y de la experiencia del amor de Dios”.La metáfora de las vidrieras: “Los ventanales con vidrieras [de una iglesia], vistos desde fuera parecen oscuros, recargados y hasta lúgubres. Pero cuando se entra en el templo, de improviso toman vida; al reflejar la luz que las atraviesa revelan todo su esplendor. Igualmente [la Iglesia debe] atraer dentro de este misterio de luz a toda la gente”."No es un cometido fácil en un mundo que es propenso a mirar ‘desde fuera’ a la Iglesia, igual que a aquellos ventanales: un mundo que siente profundamente una necesidad espiritual, pero que encuentra difícil ‘entrar en el’ misterio de la Iglesia”.
“También para algunos de nosotros, desde dentro, la luz de la fe puede amortiguarse por la rutina y el esplendor de la Iglesia puede ofuscarse por los pecados y las debilidades de sus miembros. La ofuscación puede originarse por los obstáculos encontrados en una sociedad que, a veces, parece haber olvidado a Dios e irritarse ante las exigencias más elementales de la moral cristiana"SEMINARIO DE SAN JOSÉ[A enfermos]Discapacitados: “A veces es un reto encontrar una razón a lo que parece solamente una dificultad que superar o un dolor que afrontar. No obstante, la fe nos ayuda a ampliar el horizonte más allá de nosotros mismos para ver la vida como Dios la ve. El amor incondicional de Dios, que alcanza a todo ser humano, otorga un significado y finalidad a cada vida humana”. [A seminaristas]Libertad bien entendida. "hay que salvaguardar rigurosamente la importancia fundamental de la libertad", que "puede ser malentendida y usada mal, de manera que no lleva a la felicidad que todos esperamos, sino hacia un escenario oscuro de manipulación, en el que nuestra comprensión de nosotros mismos y del mundo se hace confusa o se ve incluso distorsionada por quienes ocultan sus propias intenciones".
"Lo más importante es que ustedes desarrollen su relación personal con Dios. Esta relación se manifiesta en la oración. No temáis el silencio y el sosiego; escuchen a Dios, adórenlo en la Eucaristía".“A menudo se reivindica la libertad sin hacer jamás referencia a la verdad de la persona humana y en lugar de la verdad -o mejor, de su ausencia- se ha difundido la idea de que, dando un valor indiscriminado a todo, se asegura la libertad y se libera la conciencia. A esto llamamos relativismo. La Verdad no es algo sino Alguien. “La verdad no es una imposición. Tampoco es un mero conjunto de reglas. Es el descubrimiento de Alguien que jamás nos traiciona; de Alguien del que siempre podemos fiarnos. En definitiva, la verdad es una persona: Jesucristo. Ésta es la razón por la que la auténtica libertad no es optar por "desentenderse de". Es decidir "comprometerse con”.Cuatro tesoros: “Hay cuatro aspectos esenciales del tesoro de nuestra fe: la oración personal y el silencio, la oración litúrgica, la práctica de la caridad y las vocaciones".“Lo más importante es que ustedes desarrollen su relación personal con Dios. Esta relación se manifiesta en la oración. No temáis el silencio y el sosiego; escuchen a Dios, adórenlo en la Eucaristía. Permitan que su palabra modele su camino como crecimiento de la santidad".GROUND ZEROPaz y conversión. Dios de la paz, concede tu paz a nuestro violento mundo:paz en los corazones de todos los hombres y mujeresy paz entre las naciones de la tierra.Lleva por tu senda del amora aquellos cuyas mentes y corazonesestán nublados por el odio.

miércoles, 9 de abril de 2008

Ética y eficacia en las campañas de salud sexual

Ética y eficacia en las campañas de salud sexual
El consenso internacional sobre prevención del sida propone una estrategia con tres elementos: abstinencia para los jóvenes sin pareja, fidelidad en las parejas y, cuando lo anterior no sea posible, preservativo para reducir el riesgo. En cambio, las campañas de “sexo seguro” realizadas en España en los últimos quince años solo difunden el tercer mensaje. En el último número de Cuadernos de Bioética (enero-abril 2008), José Jara Rascón y Esmeralda Alonso Sandoica, médicos, analizan los presupuestos y resultados de esas campañas. Ofrecemos un extracto de su trabajo.
Firmado por Esmeralda Alonso Sandoica José Jara Rascón Fecha: 26 Marzo 2008
El ejercicio de la sexualidad en la población adolescente se ha convertido en un campo de confrontación ideológica. Simplificando las posturas, se podría afirmar que el debate se reduce a dos líneas argumentales. Por un lado se afirma que la única actitud posible, en un Estado donde existe un amplio pluralismo de opiniones, es la promoción del “sexo seguro” mediante la utilización de preservativos u otros métodos de barrera en las relaciones sexuales para evitar tanto embarazos no deseados como posibles enfermedades de transmisión sexual.
Frente a esto, se situaría la opinión por la cual, precisamente debido a esta variedad de estilos de vida, el Estado debe promocionar las conductas que ofrezcan mejores posibilidades de conseguir una estabilidad afectiva y emocional a largo plazo en la vida sexual de sus ciudadanos. Se estaría hablando en esta última opción de “sexo responsable” y esto requeriría una actuación más integral en el campo de la educación abordando diversas facetas.
Los embarazos precoces no bajan
Desde 1995, periódicamente se repiten las campañas de salud sexual por parte del Ministerio de Sanidad. Los matices y lemas escogidos entre dichas campañas suelen oscilar poco, teniendo habitualmente como población diana a los adolescentes y a la población joven. La justificación aducida para su puesta en marcha suele ser la constatación del aumento del número de abortos, la propagación de la epidemia de la infección por el VIH (sida) o el aumento de enfermedades de transmisión sexual (ETS), y la propuesta que se ofrece a la población es siempre la misma: el uso de métodos de barrera mediante la utilización del preservativo.
Dado que cada una de estas campañas tienen un alto coste económico (la iniciada en 2004 bajo el lema “Por ti, por todos, úsalo” requirió la inversión de 1,4 millones de euros), parece ineludible plantearse qué resultados se están obteniendo. Concretamente, ¿se ha logrado, al menos, la estabilización de las cifras de abortos, la punta del iceberg de los embarazos no deseados, en los últimos años?
Según datos del Instituto de Economía y Geografía del CSIC, en el año 2000 cuatro de cada diez adolescentes españolas entre 15 y 19 años que estaban embarazadas optaron por interrumpir la gestación durante ese año. Esa proporción resulta ser el doble de la encontrada en 1990.
Esta línea ascendente en el número de abortos entre los adolescentes se ha mantenido sin apenas mesetas en los informes oficiales emitidos en años sucesivos sin que las sucesivas campañas realizadas hayan sido capaces de frenarla. De hecho, el Instituto Nacional de la Juventud (INJUVE) en su informe “Juventud en España 2004” señalaba que, a pesar de que los jóvenes tienen hoy más información que nunca sobre temas sexuales y métodos anticonceptivos, todo indica que no es suficiente: una de cada diez jóvenes españolas se queda embarazada sin desearlo, la mayoría (un 75%) entre los 15 y los 21 años.
Estas importantes cifras de gestaciones interrumpidas y embarazos no deseados en la adolescencia parecen relacionarse con bastante probabilidad con el descenso en la edad de inicio en las relaciones sexuales. De hecho, una encuesta sobre “Sexualidad y anticoncepción en la juventud española”, realizada recientemente con más de 2.000 entrevistas personales a jóvenes entre 15 y 24 años, reveló que en sólo tres años la media de edad de la primera relación sexual había bajado de estar por encima de los 17 años a situarse en los 16 años.
Más infecciones
Por otra parte, llama la atención los escasos (más bien casi nulos) resultados alcanzados con la “píldora del día siguiente” (PDS), de la que se dispensaron en farmacias y hospitales durante 2005 medio millón de unidades.
Sin embargo, como se ha mencionado previamente, la cifra de abortos ha mantenido su evolución progresiva al alza sin inflexiones desde la introducción de este nuevo recurso de anticoncepción de emergencia. La explicación de este fenómeno es fácil de comprender si se tiene en cuenta que las posibilidades de embarazo tras una única relación sexual se sitúan en sólo un 8% y la eficacia de la píldora disminuye en relación al tiempo transcurrido desde el coito hasta su ingesta, por lo que no siempre es eficaz. Por tanto, un enorme número de píldoras dispensadas no habrán servido para interrumpir ningún embarazo, sencillamente porque dicho embarazo no se había producido. En cambio, la publicidad mediática desarrollada en torno a esta PDS, haciendo pensar que si se produce un embarazo no deseado la ingesta de la PDS resolverá el problema, parece aumentar el número de relaciones sexuales de riesgo, por lo que el efecto final conseguido es el inverso al previsto.
Respecto a las infecciones de transmisión sexual, la evolución de los últimos años, después de varias campañas consecutivas, tampoco permite demasiados optimismos respecto a los logros obtenidos. Frente a las 700 infecciones de sífilis y a las 805 de gonorrea declaradas en 2001, en 2005 se registraron 1.255 y 1.174, respectivamente, según datos del Sistema de Enfermedades de Declaración Obligatoria.
Visión simplista de la sexualidad
El ejercicio de la sexualidad conlleva una gran carga ética al implicar un acto de interrelación humana mediante el cual dos personas ponen en contacto no sólo sus cuerpos sino también su intimidad más profunda, entrando ahí en juego sentimientos, confianza, compromisos, afectividad e incluso disponibilidad para asumir todo lo que supone engendrar una nueva vida. Por el contrario, cuando lo que predomina es una vivencia contraria a la ética, el acto sexual puede ser también expresión de egoísmos, utilización de otra persona en beneficio propio, engaños, deslealtades e incluso ejercicio de vejaciones humillantes para la pareja.
Por tanto, plantear la educación sexual únicamente como aprendizaje de medidas de protección para no contagiarse de posibles infecciones o evitar embarazos parece una visión demasiado simplista de la sexualidad. Cuando este enfoque se vuelca sobre los jóvenes el resultado esperable es lo que se ha denominado una educación tipo “parche”, incapaz de atajar problemas, insuficiente, tardía y demasiado biológica.
De hecho, hay que asumir que el sexo no es, en contra de lo que a simple vista pueda parecer, una práctica estrictamente privada. Su repercusión social es enorme, con claras implicaciones sobre la demografía de los países y la necesidad de un amplio consumo de recursos si se realiza un mal ejercicio. Los embarazos de menores de 19 años, por ejemplo, suponen en una gran cantidad de casos rupturas de la trayectoria biográfica de esas personas, con déficits posteriores en su escolarización y consecuentes dificultades en su entorno social, laboral y familiar que requerirán posteriormente, en muchos casos, la ayuda de diferentes agentes sociales.
Imposible neutralidad
Sin embargo, posiblemente, las autoridades sanitarias, no sólo en España sino en el amplio entorno europeo occidental, se planteen que su función a la hora de diseñar estrategias de prevención en salud sexual para adolescentes debe mantener una postura neutral, lejos de ser calificada como “moralista”, teniendo en cuenta siempre las diferentes sensibilidades sociales ante la sexualidad. Pero, ¿es posible ser neutral en esta materia?
Se puede afirmar que existen dos posturas antagónicas respecto al modo de entender la sexualidad. En un extremo estaría el sentimiento de que la sexualidad se debe ejercer de modo libre, sin ataduras ni compromisos. En la contrapartida a esto, se situaría la idea de que los actos sexuales se deberían realizar en un contexto de amor, lo que implicaría lógicamente un compromiso, ya que no se entiende fácilmente un “amor” que sea de usar y tirar. Por todo ello, es difícil asumir que realmente se pueda mantener una postura estrictamente neutra al promover estilos de conducta sexual. O se acepta promover la estabilidad en las relaciones sexuales de nuestros jóvenes o se estará cayendo insensiblemente, aún sin proponérselo, en promover conductas de sexo entendido como un acto lúdico más, sin compromiso y sin amor.
La prevención realista
Debido a esto, el amplio grupo de expertos que, como expresión de un importante consenso, firmaron un artículo publicado en The Lancet bajo el título “Ha llegado el momento para una actuación conjunta en la prevención de la transmisión sexual del HIV”, optaban por desideologizar el debate sobre estrategias de prevención, en principio aplicables al sida, pero también extrapolables a actitudes y comportamientos de riesgo en cualquier actividad sexual. Mencionaban que una política sanitaria realista de prevención de infecciones por vía sexual debería incluir la promoción de la abstinencia entre los jóvenes sin pareja estable y de la fidelidad entre parejas estables ya constituidas, además de la promoción del preservativo para aquellos que ya hubieran optado decididamente por la promiscuidad.
Al igual que ante cualquier riesgo de epidemia, se intentaría así frenar su expansión disminuyendo el tiempo de exposición a los posibles agentes causantes de la infección y, simultáneamente, disminuyendo el número de posibles contactos capaces de propagar el agente infeccioso. Esta línea de actuación propuesta, básica ante cualquier riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas, no ha sido aceptada en nuestro entorno cultural. Sin embargo, no se han dado razones sanitarias, epidemiológicas, para rechazarla.
En el mismo sentido se ha manifestado la Academia Americana de Pediatría, la cual, a través de su Comité sobre la Adolescencia, elaboró recientemente un informe incluyendo entre sus recomendaciones “promover la abstinencia sexual entre los pacientes adolescentes en el momento apropiado” para conseguir disminuir situaciones de riesgo. Posteriormente, este mismo Comité ha aportado nuevas reflexiones sobre la influencia de los medios de comunicación en la sexualidad de la adolescencia concluyendo de modo bastante realista que parece imprescindible buscar la colaboración de los medios en la promoción de actitudes saludables como la abstinencia y la fidelidad en los adolescentes. Estos postulados, no se ofrecen desde ninguna postura ideológica o religiosa preconcebida, sino que se argumentan exclusivamente en base a motivaciones de prevención en salud pública.
Un clima social favorable
Sin embargo, no se debería caer en posturas demasiado simplistas o excesivamente optimistas, asumiendo que bastaría con promover la abstinencia sexual entre los jóvenes, mediante slogans atractivos en carteles publicitarios, para que el comportamiento de éstos cambiase en un importante porcentaje, lográndose así disminuir las tasas de abortos, embarazos no deseados o ETS.
Para maximizar las posibilidades de éxito en la prevención de actitudes de riesgo promoviendo un ejercicio responsable de la sexualidad, se deberían intentar actuaciones en un doble plano: la formación a nivel educativo (involucrando tanto a profesores como a los propios padres de los adolescentes) y la creación de un clima social favorable (cooperación de medios de comunicación, agentes sociales, apoyo político institucional).
Respecto al clima desarrollable cara a cara con los adolescentes, tanto en la escuela como en las familias, parece básico señalar que sólo una educación integral en valores puede aportar el marco apropiado para que se comprendan conceptos como la lealtad en las relaciones de pareja, el respeto hacia la otra persona, el autodominio en el control de la afectividad, la aceptación del compromiso como un valor positivo, la apertura hacia la entrega que supone aceptar una gestación, etc.
En este sentido, se deberían propiciar encuentros con los padres para encarar posibles dudas sobre la educación de los hijos adelantándose a problemas futuros. Se intentará así fomentar la madurez afectiva del adolescente, intentando prevenir que las primeras relaciones sexuales obedezcan a presiones del grupo que le rodea, por seguir una moda más o menos impuesta pero no deseada o como consecuencia de situaciones de alcoholismo o consumo de drogas de fin de semana. Este último tipo de relaciones compulsivas, precipitadas, realmente no reflexionadas, son las que pueden con más facilidad dejar secuelas psicológicas o dar lugar a embarazos no deseados, de los cuales un importante porcentaje acabará engrosando el número de abortos ya existente.
Esta visión integradora de la sexualidad debe ser respaldada por la sociedad para no crear un clima de esquizofrenia intelectual entre las enseñanzas recibidas en el entorno próximo del adolescente y lo que se percibe a través de otras fuentes de información. De esto se deriva una gran responsabilidad para los poderes públicos, que pueden propiciar un clima favorable a un ejercicio responsable de la sexualidad o favorecer que se considere como una simple actividad lúdica más. El diseño de campañas de salud sexual donde se recuerde a los adolescentes que “las relaciones no son un juego” puede favorecer la aceptación de normas de autocontrol por parte de los jóvenes, al crearse un clima favorable para ello, del mismo modo que se ha propuesto en relación con el abandono del tabaquismo o del consumo de drogas.